Cómo lidiar con la mala circulación al hacer senderismo: consejos y recomendaciones
Cómo lidiar con la mala circulación al hacer senderismo
Hay aproximadamente 60.000 millas de vasos sanguíneos en tu cuerpo, una red que se encarga de entregar constantemente oxígeno y nutrientes a cada célula del cuerpo y de eliminar los materiales de desecho de las mismas células.
Varias condiciones físicas pueden ralentizar este flujo y debilitar la circulación. Dos de las más comunes son: la enfermedad vascular periférica, que restringe el flujo de sangre hacia y desde el corazón; e insuficiencia venosa, que dificulta que la sangre fluya desde las piernas hasta el corazón.
Si tiene alguno de estos síntomas, es posible que tenga problemas de circulación:
- Frialdad constante en manos y pies.
- Hormigueo o entumecimiento en las manos o los pies.
- Fatiga o calambres durante la actividad.
- Hinchazón y dolores en los brazos o piernas.
- Dolor punzante o punzante en brazos o piernas.
Necesitará consultar a un médico para obtener un diagnóstico formal. Muchas otras afecciones comunes, como la obesidad o la diabetes, pueden causar o complicar significativamente los problemas de circulación. Fumar también es un factor de riesgo importante. Estar sentado durante mucho tiempo puede complicar los problemas de circulación en las piernas.
Al igual que en el caso de la artritis, caminar es una de las terapias más recomendadas para la mala circulación. Caminar estimula la circulación y aumenta la contracción muscular de las piernas, estimulando la circulación en la parte del cuerpo más alejada del corazón. Muchas personas también descubren que los masajes y los ejercicios de estiramiento suaves, como el yoga y el tai chi, pueden ayudar a mejorar la circulación. También se recomienda el entrenamiento de fuerza.
Si va a caminar con mala circulación, querrá comenzar con caminatas ligeras y controlar sus síntomas, especialmente en las manos y los pies. Es probable que descubras que el senderismo reduce tus problemas, pero presta atención a las señales que envía tu cuerpo. Si siente un aumento de entumecimiento, hormigueo o fatiga, es posible que deba consultar a un médico.
Si tiene problemas de circulación, es posible que deba tener especial cuidado al hacer caminatas en climas fríos. Las manos y los pies siempre son vulnerables al frío y si tienes problemas de circulación, esa vulnerabilidad aumenta. Es posible que agregar aislamiento no ayude si la sangre no aporta suficiente calor para que el aislamiento lo retenga. Es posible que deba considerar la posibilidad de utilizar calcetines o manoplas que se calienten automáticamente.
Preste mucha atención a cualquier equipo que pueda restringir el flujo sanguíneo y exacerbar los problemas de circulación. Si siente entumecimiento y hormigueo en las manos, asegúrese de que la mochila no sea demasiado pesada y de que no coloque un peso excesivo sobre sus hombros. Ajuste la mochila para transferir el peso a las caderas.
La hinchazón es otro síntoma general que puede tener muchas causas. Es muy común experimentar edemas, o acumulación de líquido, en los pies o las manos durante o después de una caminata. Elevar las extremidades afectadas debería reducir la hinchazón rápidamente. Si sufres edemas de manera constante, asegúrate de controlar tu ingesta de electrolitos: consumir mucha agua pero no suficiente sal u otros electrolitos puede provocar hinchazón.
Hinchazón después de una lesión o hinchazón acompañada de dolor. – La sensibilidad, el calor en la parte afectada o la fiebre pueden ser un signo de problemas más graves y requieren atención médica. La hinchazón suele ser la respuesta del cuerpo a la inflamación o al daño, por lo que cualquier hinchazón que esté acompañada de dolor o que no se resuelva en unos días con una dosis de R.I.C.E. (Rest/Ice/Compression/Elevation) (Descanso/Hielo/Compresión/Elevación) debe recibir atención médica.
La mayoría de las condiciones físicas molestas no le impedirán hacer senderismo, y el senderismo suele ser una de las mejores formas de aliviar y mejorar esas condiciones. Los problemas físicos pueden afectar la forma en que caminamos.
Si tienes que empezar con caminatas más cortas y menos exigentes, no te preocupes: las caminatas cortas pueden ser tan divertidas como las más largas y, a medida que los efectos beneficiosos de caminar se asienten, pronto buscarás caminatas más largas y desafiantes.
El senderismo es una de las mejores formas de controlar los problemas físicos, pero puedes acelerar el proceso prestando mucha atención a tu dieta y adoptando un programa de ejercicio regular. Comer bien y hacer ejercicio regularmente son una excelente manera de prepararse para caminatas más exigentes y de mejorar tu estado físico general y tu calidad de vida.
Etiquetas: Senderismo para mayores